Un joven de 22 años fue detenido en Barracas como sospechoso de haber participado en el crimen de Juan Ignacio Tejero, el hombre que el lunes pasado recibió un balazo en el pecho frente a su mujer cuando pretendieron robarle.
Se trata de un joven identificado por la policía como Luis Díaz (22), alias "Luisito", quien también estaba siendo buscado por otro homicidio ocurrido el mes pasado en la villa Zavaleta.
La detención se concretó esta mañana durante un operativo realizado por personal de la División Delitos contra las Personas de la Policía Federal, en conjunto con efectivos de la Jefatura Departamental de Lanús en el interior de la villa Zavaleta, a pedido de la fiscalía 7 de Lomas de Zamora, a cargo de Sebastián Bisquert.
Según las fuentes policiales, el fiscal había solicitado dos órdenes de allanamiento en los domicilios de dos sospechosos, a quienes conocían sólo por los apodos de "Chanchi" y "Luisito".
En el primero de esos procedimientos, los investigadores policiales determinaron que el tal "Chanchi" era un joven que está preso desde el año pasado por el homicidio del subcomisario Marcelo Mazzuco, en el barrio porteño de Parque Chacabuco.
En el segundo, se identificó a "Luisito" como Luis Díaz, y saltó en la base de datos que estaba con pedido de captura por el homicidio de un joven el mes pasado en la misma villa en la que vive, por requerimiento de un juzgado de menores porteño.
Según las fuentes, inmediatamente quedó detenido por ese homicidio, y también vinculado al crimen de Tejero, a disposición del fiscal Bisquert.
Los investigadores explicaron que llegaron hasta la villa Zavaleta luego de que el miércoles encontraran incendiado en la calle Arturo Berutti 4585, de Nueva Pompeya, el auto Chevrolet Cobalt, patente MST669, en el que se movilizaban los homicidas el día del crimen de Tejero (22).
El crimen fue cometido la noche del lunes 5 de septiembre, cuando Juan Ignacio y su pareja Alejandra (19) salían de la casa que comparten con su bebé recién nacido y su suegro a hacer compras para la cena.
La pareja salió de la vivienda situada en Colombia 1583, en la localidad de Gerli, y subió a su Peugeot 308 blanco cuando fueron sorprendidos por dos asaltantes armados que descendieron del Cobalt y los abordaron.
En ese momento, Juan Ignacio atinó a poner la marcha atrás, aceleró con la intención de escapar y el ladrón que los amenazaba del lado del acompañante le disparó un tiro que impactó en el tórax, entre el hombro izquierdo y el pectoral.
Sin embargo, el suegro de Juan Ignacio, de nombre Gustavo, aseguró a la prensa que su yerno no se había resistido, sino que los delincuentes “directamente le dispararon”.
“No sé si la reacción de abrazarse de ellos (provocó el ataque) o qué, pero directamente le dispararon.
Él la quiso cubrir a ella, por eso le entró la bala a él, para protegerla”, recordó.
Tras los disparos, los homicidas escaparon sin concretar el robo y Alejandra comenzó a pedir auxilio a los gritos, por lo que Gustavo salió de la vivienda y llamó al 911.
“Acá en la calle yo lo tenía en brazos, falleció prácticamente en mis brazos”, dijo entre lágrimas el suegro de la víctima, en referencia al estado grave en el que se encontraba Juan Ignacio cuando fue trasladado por una ambulancia al hospital Evita de Lanús, donde finalmente murió.
Nota publicada en TÉLAM 09/09/2016
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